Aquí están 7 señales que te dicen que nadie puede vivir sin darle macizo contra el piso.
1.- El estrés
Quizás no lo notes, pero si andas irritable, enojad@ y ya quieres medio matar a ese que se te atravesó en el boulevard, probablemente significa que no le has puesto macizo contra el piso. Cuando uno realiza ese “acto sagrado” el cerebro libera las mismas endorfinas que cuando uno hace ejercicio o se gana un aumento, en pocas palabras: te hace más feliz.
2.- Pésimas relaciones sociales
Seamos honestos, todo es un círculo vicioso, por ejemplo: las personas que no le ponen duro contra el muro andan de mal humor y por eso no son buenos para socializar y por eso no conocen a alguien con quien ponerle macizo contra el piso. ¿Te das cuenta?, una cosa lleva a la otra, un círculo vicioso. La verdad es que no hay nada mejor que una persona relajada y sencilla, no hace falta que te deschongues, pero si es necesario que no te tomes tan en serio, relájate, todo está bien.
3.- Malas relaciones familiares
Según algunos especialistas, está demostrado que las personas que tienen una vida íntima activa tienen mucho mejores relaciones interpersonales, incluyendo la familia.
Nuestros familiares son las personas que les toca aguantar nuestros humores más directamente, ellos son los que nos conocen completamente. Así que si tienes una tía que es súper insoportable, pues ya sabes cual es la razón.
4.- Se hincha la zona pélvica
Cuando esta zona se hincha se pueden sentir algunos dolores, la razón es la falta de uso, pues metiendo la brecha se relaja toda esa zona. El cuerpo es sabio y sabe lo que necesita.
5.- Pésima condición física
Darle duro contra el muro tiene muchos beneficios positivos para la salud y el cuerpo. Cuando te abstienes de hacerlo y aparte te la pasas sentado frente a la computadora, obviamente tu salud y condición se verá muy comprometida. Si no te gusta correr ni hacer ningún tipo de ejercicio, “darle machin” puede ser la salvación para tu cuerpo, pero si ni eso haces, entonces estamos perdidos.
6.- Depresión
Quizás hay gente que no lo hace, pero son muy pocos los que no lo desean. A veces las razones por las cuales se limitan no son la espiritualidad o la salud, sino simples inseguridades y depresiones. Esto es una lastima la verdad, pues siempre hay un roto para un descosido y aunque pienses que no hay nadie para ti allá afuera, siempre lo hay, es cuestión de que te relajes y te dejes querer, tú y tu cuerpo lo necesitan.
7.- La interminable guerra de géneros
La verdad es que somos como el agua y el aceite, y una de las cosas que aún pueden salvarnos es el amor, así que debemos de practicarlo, de otro modo el mundo fuera un lugar más injusto todavía. Los humanos fuimos hechos para dar amor, no para hacer la guerra, es necesario entenderlo.
¿A poco no crees que si todos los humanos estuviéramos físicamente satisfechos viviríamos en una mejor sociedad?
Debemos dejar los tabúes al lado, tenemos que aceptar las cosas como lo que son y practicar el amor de una manera sana y responsable. Mojar la brocha es un derecho de toda persona que nace en este mundo merece ejercer, porque cuando una persona encesta, cumple su deber y bate el atole, el universo se regocija en eterna felicidad
